Cueva del Santo

Localidad: San Millán de la Cogolla
Distancia: Rondarán los 10km ida y vuelta, pero no lo tengo claro, y no he encontrado información al respecto.

Tiempo: 6horas (puede hacerse en MUCHO menos... incluso nosotras)

Somos un desastre, y para hoy no teníamos nada decidido.. así que fuimos a lo seguro: "En San Millán hay Oficina de Turismo, y ahí sé que nos pueden contar un par de rutas". Pues allá que fuimos. Aparcamos en Yuso (bueno, en el parking de Yuso, no en el patio de Yuso... ¡aunque hubiese molado!)

Nos propusieron un par de rutas, pero yo había leído algo sobre la cueva del Santo, y pregunté expresamente por ella.

Se trata de una romería que hacen los hombres de San Millán el tercer sábado de junio, y se remonta a 1604 cuando los hombres subieron hasta la cueva para pedir por una enfermedad que padecían las mujeres del valle.

Nos dijeron que podíamos ir en coche hasta el área de Urre, pero decidimos ir andando.

Empezamos a andar... Vero y yo vamos de gemes, totalmente...(pantalón, botas, abrigo...)

 La ruta a seguir está totalmente señalizada, y debemos andar por la carretera.

Como nos dicen que es un paseo, nos lo tomamos como tal, y vamos con muuuucha calma. Haciendo foto a todo lo que vemos.

Pasamos por un pueblo llamado Lugar del Río. Aquí tememos que salga Cletus (de los Simpson) con su escopeta, así que pasamos un poco más rápido... (es broma, la gente del Lugar del Río es muy amable... Lo de Cletus son bromas nuestras, que nadie se sienta ofendido...)

Después pasamos junto a un edificio (lo que yo vi dentro fue tipo merendero), de unos cazadores, que salieron a sujetar a su perro para que no se peleara con nuestro antisocial Lucky...

Y seguimos caminando, por las curvas de la carretera, remontando el río Cárdenas....

El sol acompañaba, sí, ¡pero se nos llevaba el viento!

Nos encontramos con un par de rebaños de vacas, fáciles de esquivar a la ida.
 

También nos cruzamos con otra fauna...

Llegadas al área de Urre, cruzamos el río, y empezamos a subir. En aproximadamente 15 minutos (y por fin estrenando los bastones de Vero, que ha venido "super equipation" a la ruta de hoy) estábamos arriba.

 Entramos a cotillear la cueva de San Millán, que sólo tiene una capilla... Ahí vivió el santo, de ermitaño, sin agua, luz, ni comodidades de ningún tipo, durante años... ¡Y nosotros sin wifi 1 hora ya nos morimos!

 La sensata Vero se queda descansando, mientras Roxy y yo investigamos y vamos subiendo...

A Roxy le da miedo la altura, así que se queda a mitad de camino mientras yo sigo investigando arriba...

... Y llego al "techo" de la cueva...

Decidimos comer ahí por las vistas... Pero de repente un viento fortísimo hace que uno de los bastones de Vero sobrevuele mi cabeza, que mi coca cola (soy adicta :D) se derrame, y que el cuenco de Lucky caiga ahí abajo....

Así que rescato el cuenco de Lucky de las profundidades, jugándome la vida, y nos metemos dentro de la cueva a comer.

Tras el refrigerio (y el chocolatito caliente que trajo Vero... un invento magnífico, que compras frío, lo agitas y ¡se calienta!), nos abrigamos y emprendemos la bajada...

En cuanto llegamos al abrigo de los árboles, ya empiezan a sobrarnos capas.. pero el viento sigue siendo fresco, así que seguimos bien tapaditas...

Aquí vino la parte interesante:

Esos rebaños de vacas que a la ida estaban tan bien colocados que no molestaban, resulta que se habían movido y estaban en los peores sitios... Chan chan chaaaaaaaaan (música de suspense...)

Primer rebaño: En medio de la carretera... Roxy y Vero consiguen convencerme para intentar pasar... Pero una vaca ve a Lucky, y nos dice MUUUUU, así como cabreada.. y si Roxy, la que no teme a nada (vivo), dice que no pasa, es que por ahí no es recomendable pasar.... Así que buscamos camino alternativo... Y gracias a Vero, empezamos a subir por un caminito, muy poco marcado, que atravesaba zarzas por todas partes... hasta que en un momento dado, nos fijamos en las vacas y vemos que se están moviendo... Así que bajamos, porque la verdad que arañarse brazos y manos, así gratuitamente, no es plato de gusto...

Primer rebaño, "el regreso": Por supuesto, no se movieron en la dirección correcta (para nosotras), si no que poco más adelante, las volvimos a ver... y como seguían diciendo MUUU, pues buscamos nueva ruta... Pensamos en cruzar el río, pero venía profundo y fuerte para el perro... así que no podíamos. Y de todos modos, hubiéramos tenido que volver a cruzar más adelante, así que tampoco queríamos arriesgarnos. Otra vez a la ladera de la izquierda... Ésta vez no había camino, pero tampoco había plantas, así que nos libramos de las zarzas, y en seguida pudimos bajar, y olvidarnos de las vacas....

Segundo rebaño: Aquí no hubo escapatoria.. Era un rebaño grande, y bueno... las primeras que vimos estaban esparcidas y pensábamos que no habría problema, pero un par de metros más adelante, estaban en todo el medio de la carretera... Después de barajar muchas opciones (entre las que estaba "yo me quedo aquí a esperaros, y venís a buscarme en coche" pero no coló...), Roxy y Vero decidieron pasar... y yo pasé, sufriendo, temblando, y sin mirar a nadie... cogida a Vero (que a la pobre le debí reventar el brazo...). Éstas no nos dijeron MUUU como las primeras, sólo se nos quedaron mirando, con mucha curiosidad.... y pasamos entre ellas sin complicaciones. ¡Hay que superar los miedos!

El resto del camino, sin problema, es más, yo estaba como si me hubieran quitado 5 kilos de encima...

Quiero insistir en que mi trauma con las vacas es cosa mía, son animales pacíficos y muy curiosos, pero a mí me imponen mucho... Que nadie se traumatice por mi culpa por favooor. Gracias.

Llegando al pueblo, la vista del monasterio es preciosa....

Y ya en el coche, el día nos regala un arco-iris, ¡que lo hemos pasao mu malamente! jajajaja.