Población: Alquézar
Distancia: 4km
Desnivel: 200m
Tiempo: 1h20’
Track(no es nuestro): http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5656291
Utilizando
Huesca (capital) como campo base para hacer turismo y empezar bien el año, nos
dirigimos a pasar el día a Alquézar, un pueblito precioso de la sierra de Guara.
Ya que
estamos allí, y aprovechando que no llueve, nos decidimos por una ruta facilita
y MUY bonita. Obviamente, y como todas, tendrá más encanto en otra época del
año, cuando todo esté vede, y se agradezca tener tanta agua cerca para mojar
los pies, pero aún así, merece la pena.
La ruta sale
de detrás de la Iglesia, en frente del ayuntamiento… si no conocéis el pueblo,
vais a la oficina de turismo (que en nuestro caso estaba cerrada por una visita
guiada y tuvimos que ir a una casa museo, donde también atienden), para que os
expliquen dónde está... porque sinceramente ahora no sería capaz de hacerlo si
no estoy allí.
Se empieza a
andar bajando, por unas pasarelas que hay, todo muy bien preparado, para ir con
niños y todo, aunque puede que se cansen en la subida. La bajada es empinada, y
la madera está húmeda, pero para eso han colocado una especie de rejilla por
encima, y así no te resbalas… ¡Qué listillos!
Una vez se
termina de bajar, cruzando el río en alguna ocasión, se llega a una explanada,
donde un cartel indica que se puede volver a Alquézar por la izquierda, pero
nosotros debemos seguir por la derecha para ver realmente el cañón del río Vero,
que es a lo que hemos venido.
El camino
sube por una pasarela que nos lleva a media altura de la pared de roca. A
nuestros pies el río. Impresiona un poco, pero en cuanto das dos pasos ya no
hay problema.
En los dos
sitios donde te “deja” la pasarela, puedes bajar a tocar agua fresca. Sólo
recomendamos el baño en el primero (no vi nada que lo prohibiera, y al menos
ahí no hay casi corriente).
Pero el
segundo deja buenas vistas de la cascada, y supongo que si vas a la hora
correcta el día correcto, será un buen sitio para almorzar.
Por allí hay
otro par de sitios donde Dora y compañía pasamos a explorar. Pasaba por allí
una parejita: el chico nos miró con carita de pena y miró a su novia, que le
dijo “yo no bajo ahí”… Pobrecito… y yo azuzando a todo el mundo pa' hacer
locuras... Las comparaciones son odiosas. Eso sí, su equipo era de marca, eh, ¡Que
no falte de na!
En fin, que
seguimos andando, pasamos por un pequeño túnel (resbala un poco… supongo que
porque es enero y habrá llovido hace poco).
Y pasamos a
la última pasarela, la más ancha de todas (ironía…)
Llegamos al
fin al último tramo en el que tenemos contacto con el río... desde aquí sólo
queda subir todo lo bajado, y entrar al pueblo, en manga corta, porque hace un
calor que no es normal…
¡Buena ruta
a todos!
P.D.-
Comimos en un restaurante de allí, tardaron 20 minutos sólo en venir a tomarnos
nota (ni cuento lo que tardaron en traer la comida), y de muy mala manera. Por
lo demás, en la oficina de turismo, la panadería, etc, todos fueron muy
amables.