Población: Préjano
Distancia: 3km ida y vuelta
Desnivel: Inapreciable
Tiempo: 2h30' (ya veréis por qué)
Con la cantidad de lluvias de éste año, me paso el día viendo vídeos de cascadas con un montón de caudal en Facebook. Pero yo nunca he sido de conformarme con ver las cosas en vídeo, si puedo verlo en directo... Así que aprovechando que fui a Calahorra a visitar a una amiga, la hice rescatar las deportivas del fondo del armario, y me la llevé a Préjano.
Llegamos a Préjano y lo cruzamos, con el coche, hasta un lavadero que hay, cerca del crucero y la ermita del Santo Cristo de la Canal. Ahí dejamos el coche, y seguimos las indicaciones sin pérdida.
El camino nos lleva hasta un área de descanso, y de ahí nos lleva en muy poco espacio, a la cascada.
Personalmente, no soy muy fan de éste paisaje tan árido (en primavera suele ser algo más florido, pero a las imágenes me remito...)
Pero la cascada llevaba bastante agua.
Justo antes de llegar a la cascada, hay como una roca, de la que bajaba una cabra. La susodicha me dio un susto de muerte, me sobresalté, y del salto se asustó ella también.
Nos miró, creo que ofendida, y nos siguió (a distancia) un rato. Pero nosotras seguimos andando (a paso ligero). Por el camino, encontramos cosas curiosas. Entiendo que era la entrada a alguna mina (pero hablo desde el total desconocimiento de la zona).
Y en breve llegamos a un puente, que nos permite pasar a la otra orilla donde hay reproducciones de icnitas.
Por bonito que esté el día, toca emprender vuelta, y aquí viene donde nos entretuvimos.
Creímos que la cabra ya se habría ido... Pero seguía allí. Nos vio, y volvió a acercarse a nosotras. Mientras no pasásemos de cierto punto, nos dejaba en paz, pero si avanzábamos, nos miraba y se acercaba.
Yo tengo un gran respeto por los animales (vamos, que soy una cagona...), y mi amiga considera que, si a mi, que soy la que controla, me da miedo, es que hay que asustarse.
Entre bromas y risas nerviosas, decimos "bueeeno, ¿has traído ropa de abrigo? Porque hacemos noche aquí...".
La cabra baja hacia el agua, intentamos avanzar ahora que está despistada... Pero en cuanto avanzamos, vuelve al camino. Vuelta atrás.
La cabra sube a su roca (foto más abajo), avanzamos. Nos mira y vuelve al camino. Vuelta atrás.
(Releer estos dos últimos párrafos 4 o 5 veces).
Finalmente, la valentía supera al temor. La cabra me llegaba como al tobillo (bueno, es una licencia poética, era un poco más alta... pero no era excesivamente grande). Me guardé todo lo que llevaba en la mochila (cámara, llaves que estaban en el bolsillo, móvil, ...), por si realmente era agresiva, y pasé por delante (a día de hoy, a pesar del tamaño de la cabra, me considero una heroína, así que no me quitéis esa ilusión, ¿Vale?).
Fui diciéndole a la cabra "vamos a llevarnos bieeen, yo paso por aquí, y tu te quedas en ese lado, sin moverte, muy bieeeen". Mi amiga sigue preguntándose por qué no estuvo más avispada para grabar ese momento. Pero mi pinta era más o menos ésta (que la imagen está de moda)
Total, que la cabra realmente pasó de nosotras, se nos quedó mirando, pero cuando vio que pasábamos a su lado, se bajó hacia el río. Al terminar de pasar volvió a subir al camino. Y eso es todo lo que sé de las cabras.
En resumen: La zona no me gusta especialmente, soy más de bosque frondoso. La cascada estaba muy marrón (llevaba demasiado barro arrastrado). Si veis imágenes en google, hay días que está mucho más bonita. Pero tenemos una aventura nueva que contar... 🎵🎵La cabra, la cabra, la "$%& de la cabra🎵🎵
Distancia: 3km ida y vuelta
Desnivel: Inapreciable
Tiempo: 2h30' (ya veréis por qué)
Con la cantidad de lluvias de éste año, me paso el día viendo vídeos de cascadas con un montón de caudal en Facebook. Pero yo nunca he sido de conformarme con ver las cosas en vídeo, si puedo verlo en directo... Así que aprovechando que fui a Calahorra a visitar a una amiga, la hice rescatar las deportivas del fondo del armario, y me la llevé a Préjano.
Llegamos a Préjano y lo cruzamos, con el coche, hasta un lavadero que hay, cerca del crucero y la ermita del Santo Cristo de la Canal. Ahí dejamos el coche, y seguimos las indicaciones sin pérdida.
El camino nos lleva hasta un área de descanso, y de ahí nos lleva en muy poco espacio, a la cascada.
Personalmente, no soy muy fan de éste paisaje tan árido (en primavera suele ser algo más florido, pero a las imágenes me remito...)
Pero la cascada llevaba bastante agua.
Justo antes de llegar a la cascada, hay como una roca, de la que bajaba una cabra. La susodicha me dio un susto de muerte, me sobresalté, y del salto se asustó ella también.
Nos miró, creo que ofendida, y nos siguió (a distancia) un rato. Pero nosotras seguimos andando (a paso ligero). Por el camino, encontramos cosas curiosas. Entiendo que era la entrada a alguna mina (pero hablo desde el total desconocimiento de la zona).
Y en breve llegamos a un puente, que nos permite pasar a la otra orilla donde hay reproducciones de icnitas.
Por bonito que esté el día, toca emprender vuelta, y aquí viene donde nos entretuvimos.
Creímos que la cabra ya se habría ido... Pero seguía allí. Nos vio, y volvió a acercarse a nosotras. Mientras no pasásemos de cierto punto, nos dejaba en paz, pero si avanzábamos, nos miraba y se acercaba.
Yo tengo un gran respeto por los animales (vamos, que soy una cagona...), y mi amiga considera que, si a mi, que soy la que controla, me da miedo, es que hay que asustarse.
Entre bromas y risas nerviosas, decimos "bueeeno, ¿has traído ropa de abrigo? Porque hacemos noche aquí...".
La cabra baja hacia el agua, intentamos avanzar ahora que está despistada... Pero en cuanto avanzamos, vuelve al camino. Vuelta atrás.
La cabra sube a su roca (foto más abajo), avanzamos. Nos mira y vuelve al camino. Vuelta atrás.
(Releer estos dos últimos párrafos 4 o 5 veces).
Finalmente, la valentía supera al temor. La cabra me llegaba como al tobillo (bueno, es una licencia poética, era un poco más alta... pero no era excesivamente grande). Me guardé todo lo que llevaba en la mochila (cámara, llaves que estaban en el bolsillo, móvil, ...), por si realmente era agresiva, y pasé por delante (a día de hoy, a pesar del tamaño de la cabra, me considero una heroína, así que no me quitéis esa ilusión, ¿Vale?).
Fui diciéndole a la cabra "vamos a llevarnos bieeen, yo paso por aquí, y tu te quedas en ese lado, sin moverte, muy bieeeen". Mi amiga sigue preguntándose por qué no estuvo más avispada para grabar ese momento. Pero mi pinta era más o menos ésta (que la imagen está de moda)
En resumen: La zona no me gusta especialmente, soy más de bosque frondoso. La cascada estaba muy marrón (llevaba demasiado barro arrastrado). Si veis imágenes en google, hay días que está mucho más bonita. Pero tenemos una aventura nueva que contar... 🎵🎵La cabra, la cabra, la "$%& de la cabra🎵🎵
