Población: Andorra la Vella
Distancia: 4.4km ida y vuelta
Desnivel: 50m
Web: http://www.rutaspirineos.org/rutas/rec-del-sola-andorra-la-vella
Tiempo: 2h
A ver... Hoy nos vamos de vuelta a casa, pero antes de eso, hay que dar otro paseo. Menos mal que solo es un paseo, porque de ayer tenemos las piernas de gelatina.
Vamos a Andorra la Vella y callejeamos mucho hasta que, no tengo muy claro cómo, llegamos por fin al pinto de inicio de la ruta.
No me voy a explayar en contaros nada, dado que es recto hasta que se acaba el camino, media vuelta y otra vez recto hasta que encontréis el coche.
Aprovecho, en cambio, para enseñaros cosas como:
La magia de la cámara de Vero
Y bueno, el camino y las vistas en sí, que no por corto tiene menos encanto.
Al inicio se nos pegó un señor muy simpático, pero un poco "pesao". Por suerte se encontró con otro y se nos despegó. Pero lo encontramos varias veces entre ida y vuelta, siempre con gente diferente. Se ve que cualquiera le vale. Al final, vimos un gato gigante, del que no tengo imagen, y un señor sentado a la sombra con su perrito, que era puro amor.
El camino es fácil, bonito, y en general fresco, ya que tiene sombra y agua. Recomendable después de una ruta dura.
De aquí nos queda comer, y marchar, que mañana nos toca trabajar... ¡Qué dura es la vida!
Distancia: 4.4km ida y vuelta
Desnivel: 50m
Web: http://www.rutaspirineos.org/rutas/rec-del-sola-andorra-la-vella
Tiempo: 2h
A ver... Hoy nos vamos de vuelta a casa, pero antes de eso, hay que dar otro paseo. Menos mal que solo es un paseo, porque de ayer tenemos las piernas de gelatina.
Vamos a Andorra la Vella y callejeamos mucho hasta que, no tengo muy claro cómo, llegamos por fin al pinto de inicio de la ruta.
No me voy a explayar en contaros nada, dado que es recto hasta que se acaba el camino, media vuelta y otra vez recto hasta que encontréis el coche.
Aprovecho, en cambio, para enseñaros cosas como:
La magia de la cámara de Vero
Y bueno, el camino y las vistas en sí, que no por corto tiene menos encanto.
Al inicio se nos pegó un señor muy simpático, pero un poco "pesao". Por suerte se encontró con otro y se nos despegó. Pero lo encontramos varias veces entre ida y vuelta, siempre con gente diferente. Se ve que cualquiera le vale. Al final, vimos un gato gigante, del que no tengo imagen, y un señor sentado a la sombra con su perrito, que era puro amor.
El camino es fácil, bonito, y en general fresco, ya que tiene sombra y agua. Recomendable después de una ruta dura.
De aquí nos queda comer, y marchar, que mañana nos toca trabajar... ¡Qué dura es la vida!
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