Población: Poncebos
(Asturias) - Caín (León)
Distancia: 24km
i/v
Desnivel: 200m
Tiempo: 7h30h
Después del
rico desayuno, lleno de energía, del restaurante del camping (muy majos los
camareros…), marchamos en busca de Poncebos… El día está nublado, pero no hace
frío, y casi mejor, porque con excesivo calor, no apetece andar demasiado, y
ésta ruta no es un simple paseo…
Aparcamos en
un parking en mitad de la carretera, a unos 2km aún de Poncebos, y desde ahí
cogemos el autobús, que por casualidades de la vida estaba ahí. Aún no tenemos
claro qué horario tiene, pero sabemos que sale desde el pueblo de Arenas de
Cabrales, para ahí en el parking a mitad de la carretera, y tiene su última
parada en el aparcamiento del Funicular de Bulnes (que decidimos no coger,
porque había nubes arriba, y no íbamos a disfrutar las vistas…).
Empezamos a
andar desde ahí, siguiendo las indicaciones (y la larga fila de caminantes que,
como nosotras, deciden ir en temporada alta, porque somos masocas).
La ruta no
tiene pérdida: si te desvías por un lado, te das de morros contra la pared de
roca, y si te desvías por el otro, caes hasta el río… Así que simplemente,
explicaremos un poco de la historia, y plantamos nuestras fotos detrás.
En su origen era un camino pastoril, que fue ampliado a
partir de 1916, cuando se construyó el canal que nos acompaña toda la ruta (lo
vimos lleno de agua, pero cuando fue Vero, anteriormente, según nos dijo lo vio casi
vacío).
Fueron más de 2.000 hombres, de Galicia y Portugal en su
mayoría, quienes trabajaron en su construcción durante unos cuatro años. La
obra se realizaba a unos 240m de altura sobre el río, y tenía como objetivo
abastecer la central hidroeléctrica de Poncebos, pero tuvieron que adaptar el
camino pastoril original para el transporte de los materiales (dinamita, mecha,
detonadores, cemento, madera, comida…)
Los operarios dormían en los túneles que terminaban, con
sacos para evitar que el río entrase. Se crearon cantinas en la montaña, para
que comieran.
El sueldo se entregaba a la familia. Así, los hombres que se
sacrificaban unos años allí, luego vivían con cierta comodidad.
Pero no todo fue bonito: murieron once hombres, en el tiempo
que duró la obra. Por lo que se sabe, dos fueron asesinados y otros tres
murieron cuando explotó dinamita en el túnel donde dormían. Además, en otoño de
1928 hubo una gran nevada, y los hombres que trabajaban allí, quedaron
atrapados. Se fueron quedando sin provisiones, y decidieron salir hacia los barracones
de Los Collados. Salieron a las 5 de la mañana, por un camino con grandes y
resbaladizas pendientes, puesto que el camino actual aún no existía, iluminados
por candiles. Algunos se rendían, y se apartaban a la orilla, pero los nativos
de la zona tomaron el control, dirigiendo y dando ánimos a éstos últimos. Escucharon
un fuerte ruido, que los detuvo momentáneamente, pero decidieron seguir. El ruido había sido un enorme alud, que les cerraba el paso. Pero también superaron ésta barrera.
Y después de ésta clase de historia (fuentes: http://www.foropicos.net/foro/viewtopic.php?f=1&t=15021
y http://noticiascomarcales.blogspot.com.es/2012/04/un-poco-de-historia-sobre-la-ruta-del.html),
nuestras fotos:
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