Cascadas del Cinca - Llanos de Lalarri - Cascadas del Cinca

Población: Bielsa
Distancia: 12km
Desnivel: 680m
Tiempo: 7h (con muuchas paradas)
Web; http://www.excursionesporhuesca.es/actividades/pineta-cascadas-del-cinca-llanos-y-cascadas-de-la-larri/#.WDMYbfnhDIU

Hago que Rose enganche la tienda de campaña (mala idea) y ¡nos marchamos de camping!

Al llegar vemos el cielo negro negro... y Roxy dice que mejor esperamos para poner la tienda. Yo digo "bueno, empezamos y si empieza a llover, paramos". Menos mal, porque con la que cayó, nos llegamos a esperar, y dormimos flotando... Eso sí, Roxy tenía su parte de razón. Nos dio tiempo justo a levantar la tienda, sin ponerle nada más. Y eso que era una 2'' de esas...

En fin, contra todo pronóstico montamos la tienda, y nos fuimos a dar un paseito al pueblo. Hay que ahorrar energía para el día siguiente.

Después de una noche de perros (menudo frío pega en Piris por la noche...), nos levantamos, desayunamos totalmente doloridas, y marchamos hacia el valle de Pineta. Algo habíamos leído, pero de cualquier modo, la primera parada fue el centro de información, donde nos explicaron cómo llegar a las cascadas del Cinca y nos dieron un planito. Así que desde el parking, echamos a andar.

Por el camino las vistas son... pues eso. Pirineos.

En un ratito, que ni nos enteramos porque la pista es muy cómoda, llegamos al puente sobre el Cinca.

En el centro nos habían dicho que nada más pasar el puente había un desvío a la izquierda para subir a las cascadas del Cinca. Bueno... igual no es "nada más pasarlo", pero nosotras, obedientes, subimos por el primer sitio que vimos... Prácticamente por el cauce del río. Nos consuela que no fuimos las únicas "engañadas". Y también que subir por aquí da unas panorámicas bien bonitas.

Por ahí habíamos subido... ¿Cómo no nos dimos cuenta antes?

Cuando ya nos habíamos dado cuenta de que por ahí no era (nos costó), ya era tarde, así que seguimos. Y fuimos viendo las cascadas desde lejos. ¡Qué pasada!

Por fin, llegamos a las cascadas.

Y hablando con gente, nos enteramos de que hay una ruta que sigue por ahí un poco, y llega hasta un puente. Desde ahí podremos tocar el agua (con qué poco se nos hace felices), así allá que vamos. Roxy solo mete las manitas, pero yo me quito las botas y baño los pies. Ojo, que no os engañe mi cara, estaba buenísima.

Desde ahí ya nos damos media vuelta, y vamos por el camino que tendríamos que haber ido... Bajando (mientras pensamos "en algún sitio ésto tiene que juntarse con nuestro camino"... pero no), llegamos de nuevo a la pista por la que habíamos empezado. 

Seguimos por la pista y vemos a la izquierda el desvío por el que tendremos que bajar después... Justo en frente de una cascada de Lalarri.

Pero decidimos seguir recto porque queremos llegar a los llanos de Lalarri. Antes de llegar, paramos a comer porque estamos muerrrtas de hambre. Pero tampoco elegimos mal sitio, y tenemos una bonita vista del Monte Perdido.

Un poco más adelante (y subiendo... que parece que algo con el nombre "llano" será fácil de alcanzar, pero nuestro gozo en un pozo).

Eso sí, merece mucho la pena. Y nos echamos nuevos amigos. No hacían mucho más que comer, pero oye.. cada cual tiene su personalidad. 

Además, tenemos una sorpresa.. Y es que no sabíamos que al otro lado de los llanos, ¡había más cascadas! Y a punto estuvimos de no cruzar... ¡AYYY!

En el camino de vuelta, en lugar de caballos, Roxy intenta hacerse amiga de una vaca. Yo me mantengo a distancia... You know... Pero la estampa es bonita.

Desandamos lo andado hasta la cascada y bajamos por donde indica "Cascada de Lalarri". La bajada se nos hace bastante eterna, es un camino (con escalones en mucho tramo) interminable. Cada poco, se asoma a ver cascadas nuevas.

Pero en general se hace bastante monótono. Lo bueno es que una vez abajo, ves todo lo que has bajado y te sientes una persona productiva (porque, al fin y al cabo, la ruta es circular.. si todo eso bajas, es que todo eso has subido.... y más, que las cascadas del Cinca y los llanos, están más altos...).

Cualquiera diría que dormimos bien esa noche, ¿no? ¡JA! que os lo habéis creído. Qué frío... Las estrellas fugaces, preciosas. Pero frío... Uf. La próxima me llevo un pijama polar. Y un calefactor. Y una manta. O dos, no sé... Voy a tomarme un ibuprofeno, para el catarrazo... ¡Hasta la próxima aventura!