Población: Anguiano
Distancia: 14.40km
Desnivel: 760m
Tiempo: 5h30'
La intención de hoy era otra... Pero después de la pesadilla de ayer, no me apetecía volver a Villoslada. Así que hicimos una búsqueda rápida, para encontrar una ruta por otra zona, y decidimos darle una oportunidad a Anguiano.
Aquí, Roxy nos señala la ruta que vamos a hacer (si no la veis, id al oculista....).
Hemos aparcado al ladito del cartel (es una zona de aparcamiento grande, justo al lado de la carretera). Hacemos la foto de inicio de ruta, y ¡empezamos a andar!
Seguiremos la carretera un poco y tomamos la pista que sale a la izquierda, hacia la fuente inermitente, en la ermita de la Magdalena. No hace falta entrar a la ermita, pero como Vero y Roxy no han estado, pues entramos y cacharreamos un poco por allá.
Tomamos la pista que sale a la derecha (si no hemos entrado a la ermita), y empezamos a subir, subir subir...
El día esta bastante nublado, y vamos derechitas a la niebla.
Por suerte, no dejamos la pista, y no es demasiado espesa (lo justo para dar encanto a la ruta...). Por cierto, he obligado a Roxy a que vaya ella guiando con el Wiki, que dice que se quiere ir algún día sola y no me fio de ella... jejeje.
Está bien, porque cuando por fin salimos de la niebla, las vistas sorprenden.
Por aquí aprovechamos para hacernos alguna foto. Ya sabéis que a Vero le gusta hacer fotos saltando:
Pero tenéis que saber, que estos días ha llovido... Y había charcos. Así que yo salté con todas mis ganas, y caí en un charco... Tristemente la foto no refleja EXACTAMENTE ese momento.. Pero sí uno cercano.
Todo el barro fue a parar a Roxy... que no sé de qué se queja, porque hay balnearios donde hacen terapias con barro carísimas, y yo se lo he hecho gratis... ¡En fin! (Aún lo siento, Rose... jajaja).
Seguimos caminando por la pista, hasta que hay una bifurcación. Se podría subir hacia la derecha, al Collado de Roñas, pero Vero que está desentrenada no quiere subir (Vero, al gimnasio pero YA, que tenemos que recuperar la forma...). Así que desde este punto ya no subimos más, y empezamos la bajada. Parando a comer en cuanto encontramos una vista que nos parezca bien.
Después de comer con vistas, seguimos el descenso. Yo sigo tensa por ayer, así que cuando veo un perro a lo lejos, casi infarto, pero nos dejó pasar tranquilamente. Y al girar esa curva...
¡Sorpresa! Qué mogollón de buitres.Según nos acercábamos se fueron yendo, pero estuvo genial verlo tan cerca.
Y en seguida volvemos a meternos de lleno en el hayedo.
Tengo que volver por aquí en otoño. Claramente.
El caso es que a mi no me aprece que estemos bajando todo lo que deberíamos bajar... Mirad qué altas estamos aún.
Seguimos bajando, entonces. y vamos a llegar justo a donde hemos dejado el coche, pero al otro lado de la carretera. Esa plaza también es buen aparcamiento, si por lo que sea todo el otro hueco está ocupado.
Hoy el día ha estado más calmado que ayer. Con un poco de suerte, no le cogeré miedo al monte para siempre y podré seguir dandóos guerra por aquí, un tiempo más.
¡Nos vemos en la próxima
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