Desfiladero del río Ayuda

Localidad: Okina / Saseta
Distancia: 8km(ida y vuelta)
Desnivel: 120m
 Tiempo: 4h30'

Aparcamos en Okina, en la calle de la Piruleta.... y no es coña.

Vemos en seguida el panel, y un poste que nos señala el camino a seguir.

Debemos seguir en todo momento las líneas rojas y blancas del GR... que vuelve a ser el 282, senda del pastoreo... Ésto empieza a ser preocupante. Por suerte aquí coincide con el GR38, ruta del vino y del pescado.

Pasamos por una fuente con abrevadero...

Y seguimos el camino.. muy llano, apto para todos los públicos, a la sombra de un quejigal (o eso decía el panel...)

 Hacemos paraditas en el camino...

Nos encantan los árboles retorcidos.

 Y cuando el bosque nos deja, vemos prados al otro lado del río.

Cruzaremos un puente sobre un arroyo que va a unirse al río Ayuda.

Y seguimos por el bosque, con el río como compañero.

 
Ahí dentro hay una lagartija...

 

Pasaremos por una puertecita... ¡cuidado, que nosotras casi nos descuernamos!

Y cruzamos un nuevo puente...

Como curiosidad: Okina, pertenece a Vitoria, pero Saseta está en el condado de Treviño, por lo que se considera Burgos... Pero aún así, los carteles están también en vasco.

Éste en concreto, nos indicaba el camino a una cascada... Pero no llegamos a verla.

El cartel nos llevó por un camino cuyas hierbas podían cubrirnos...

Pero terminaba aquí.. y SEGURO que ésta no es la cascada que debíamos buscar.

Cerca de allí, había un lavadero...

 Decidimos comer en la plaza del pueblo, y se nos unió un amiguito peludo...

Volviendo, no utilizamos el último puente, si no que nos jugamos la vida pasando por el arroyo... ¡casi nos lleva la corriente! ¡¡Si es que vivimos al límite!! Jajaja

Y a la vuelta fue cuando yo decidí investigar en cada sitio por el que pasábamos... Había varios cauces secos de arroyos, todos con saltos de agua, y en alguno aún había algo de agua...

También nos metimos por un caminito que bajaba hacia el río...

Y allí vimos una libélula preciosa.

También vimos una culebrilla, por el camino, pero el mismo trauma que yo tengo con las vacas, lo tiene Vero con las serpientes, y después del grito y el empujón (para apartarme del camino y salvarme la vida, ¡¡gracias amor!!), no reaccionó a tiempo para darme la cámara y poder fotografiarla... He investigado, y aunque no estoy 100% segura, creo que no era una serpiente, si no un lución, que es un lagarto, pero sin patas... que aunque parezca que no, es diferente... Algún día investigaré sobre los animales, para poder distinguirlos del todo...

En fin, que seguimos caminando, y vimos una roca que desde éste ángulo, nos pareció la de El Rey León.

Y paramos en un merendero improvisado con troncos, para que supierais las distintas opciones que hay para comer, si no queréis que el amigo peludo de Saseta os robe... (no roba, pero te mira con cara de pena, y no puedo evitar darle...). Ésta y la cascada de antes, donde la libélula, son opciones geniales.

De vuelta, pasamos por el santuario de Estibaliz, porque yo quería visitarlo... La iglesia es románica, pequeñita, muy austera, me gustó mucho.

Cerca, hay un restaurante, y, aunque el restaurante no lo vimos, éste dolmen estaba junto al cartel. Un poco más adelante, había un frontón... ¡Hay de todo en éste sitio!

Incluso caracoles de madera (tenían hasta una cadena como cinturón.... será por si derrapan de la velocidad, digo yo...)

Y cruces celtas....

Cuando fuimos a por el coche al parking para volver a casa.... ¡UF!, qué mal... casi no lo encontramos, entre tanta afluencia que tiene el santuario.... Por suerte conseguimos encontrarlo, con mucha paciencia... y volver sanas y salvas a casita.